el amor no sabe de cronologías

El amor no conoce de relojes ni de almanaques, de esquemas ni de horarios, y ante la incertidumbre de lo próximo, es preciso sumergirse en el amor que no conoce de límites y que es el mismo aquí y allá, que no se refina con pensamientos de beatitudes humanas, sino que es el mismo que sale del corazón de Dios. Ese recinto convierte todo lo humano en ofrenda de amor sin restricciones, porque no existen direcciones prefiguradas para conocer el amor. La tarea del amor es hacer trascender todo en virtud de su paciente tarea, sobretodo con nosotros los ariscos humanos, que nos replegamos ante lo sublime en vez de dilatarnos, nos alejamos de vivir su experiencia, o le ponemos mayores trabas. Somos hijos amados de Dios. Su realidad consiste en que de la “alegría” que nos regala viviremos eternamente porque nos lleva a los limites de lo existente, nada malo existe en el amor cuando florece en la verdad; de otro modo, sus penas que son nuestros duelos, no lo borra frases como: tranquilo toma tie...