acepta sus estilos


Nunca hemos dejado de sentir la insuficiencia en nuestras relaciones, queremos que nos quieran a nuestro estilo y enmarcado según nuestras necesidades, le pedimos al mundo que nos amen a la medida que le exigimos.
las relaciones son multilaterales, no acorde a mis criterios, tal vez mi visión no sea la de otros, ni mis requerimientos sean los de los demás. Mis necesidades se encuentran con las de mi alrededor, no puedo hacer imperar a las mías, debo acoplarlas a las de ellos, así es nuestra libertad, no acorralar para esclavizarte a mi visión, sino unirme a la de todos y aprender, de ese modo, a recibir con alegría lo que viene de ti, y a mostrarte con humildad lo que viene de mi.
Nos acorralan las miradas desentonadas, las respuestas tardías, los brazos extendidos esperando abrazos al frente de los brazos cruzados de la indiferencia, la cara que mira a la izquierda, o la palabra evasiva.
Cuando podamos entender que así amamos, cuando entendamos el estilo de amar de las otras personas, con lo poco o mucho, y que lo recibido es lo que proviene de la libertad de la otra persona, sólo cuando entendamos eso, viviremos tranquilos y sin sobresaltos del corazón o descorazonados por acciones momentáneas, que no dicen del conjunto; porque si nos amamos, lo hacemos en las buenas y en las malas, Los lazos tienen secciones que se sujetan con fuerza y otras que son descolgadas, Dios se arriesgó a amarnos incluso conociendo lo inestable que podemos ser y nunca ha dejado de hacerlo, menos nosotros.

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